Redoubled presences
by Daniela Gutiérrez (excerpt from the prolog of the book)

One, two. Pair, duet. Opposites, complementary. Binary. Choral. Diptych. This last was the sense which the photographic canon decided upon to name the sequence of two images united by a hinge of meaning. “Mimesis”, the series of Lena Szankay’s diptychs, is included in this gender, but she revisits it, giving it new life. This sequence of dipthychs evokes an ancestral, mythical force, which denotes division and separation: mimesis, as difference and indifference at the same time. 

It is because the pairs of images set up by Szankay, join together at the very point where something of the one reappears in the other, being identical as far as wish is concerned but different in their representation. Thus, the very name of the exhibition refers us to the classsic definition of René Girard: “a mechanism of unitary generation which produces multiple and differing dynamic forms”. A plurality that belongs to every human conflict, the images in Lena Szankay’s dipthychs are eloquent in reporting every human subject, from the slightest to the deepest, rooted in something previous, in something which produces mimesis. (…) The whole series deals with the life-death pair, in th way only art can do it, and that is what makes that the photographs of “Mimesis” be not shadows, parodies, or less real couples, but re-doubled presences. (…)

Roland Barthes, in his classic book, La Chambre Claire, said something I was reminded of  upon viewing this show and thinking what link is there with feelings. “As a spectator, I was only interested in photography as feeling – he says – and I wanted to view it in depth like a wound: I see, I feel, therefore I notice, look and think.”

The union of images in dipthycs, the dialogues between them and individual photos, and both productions in tense connection with a certain way of thinking about time, turn the photographic work into a visual essay on beauty and its expiry, on life and its setting, but fundamentally an inquiry about the incarnation of man in a temporal and historic structure. “Mimesis”, Lena Szankay’s show, builds durations. 

The photographs, as they meet our eyes, give birth to the look. The assemblage proposed by this exhibition is an invitation to link, to join experience with image and image with word. No mere than that is a fully human life.

Presencias redobladas
por Daniela Gutierrez (extracto del prólogo del libro)

Uno, dos. Par, dúo. Opuestos, complementarios. Binario. Coral. Díptico. Esta última es la acepción con la que el canon fotográfico decidió nombrar la secuencia de dos imágenes unidas por una bisagra de sentido. “Mimesis”, la serie de dípticos de Lena Szankay, se incluye en este género, pero lo revisita vitalizándolo. Esta secuencia de dípticos evocan una fuerza ancestral – mítica –, que señala división y separación: mímesis, como diferencia e indiferencia a la vez. 

Es que los pares de imágenes que Szankay compone, se articulan en ese punto justo donde algo de lo uno reaparece en el otro, idéntico en tanto deseo pero diferente en tanto representación. Así, el nombre propio del trabajo retoma la clásica definición de René Girard: “un mecanismo de génesis unitaria que produce dinámicas múltiples y diferenciadas.” Pluralidad propia de todo conflicto humano, las imágenes en los dípticos de Lena Szankay son elocuentes para relatar que cada tema humano, desde el más leve al más profundo, enraizado en algo anterior, arraiga en algo anterior, en algo con lo que hace mímesis. (…) Toda la serie trata del par vida-muerte, del modo en que sólo puede hacerlo el arte, y es eso lo que hace que las fotografías de “Mimesis” no sean sombras, parodias o dobles disminuidos de lo real, sino presencias redobladas.

Roland Barthes, en su clásico libro, La cámara lúcida, dice algo que he recordado al mirar este libro  y pensar qué vínculo hay aquí con los sentimientos: “Como espectador sólo me interesaba por la fotografía como sentimiento – dice – y yo quería profundizarlo como una herida: veo, siento, luego noto, miro, pienso.”

La unión de imágenes en dípticos, el diálogo de éstos con las fotos individuales y ambas producciones en tensión con un cierto modo de pensar el tiempo, hacen que la obra de la fotógrafa sea un ensayo visual sobre la belleza y su caducidad, sobre la vida y su ocaso pero fundamentalmente una exploración acerca de la encarnación del hombre en una trama temporal e histórica. “Mimesis”, la obra de Lena Szankay, construye duraciones. 

Las fotografías en el encuentro con nuestros ojos, hacen nacer la mirada. La reunión que propone esta exposición es una invitación a enlazar, a juntar, experiencia con imagen e imagen con palabra. No otra cosa es una vida plenamente humana.